domingo, 27 de septiembre de 2015

¿Qué pasa en las alturas?

Un aspecto de la visita de la ministra del Poder Popular para el Turismo, Marleny Contreras. Su visita no arrojó luz sobre fechas exactas de culminación de las obras de la principal atracción turística de Mérida.

Cuando el pasado 7 de abril, hace casi medio año,  se abrió al público la primera Estación del Teleférico, es decir la emblemática y referencial Barinitas, todos los merideños nos alegramos.
No era para menos. Luego de 7 años (ya que el Teleférico fue cerrado en plena temporada de agosto del 2008), por fin se veía luz al final del largo túnel de construcción del sistema teleférico.
Nadie niega que sea una obra necesaria, magnífica y totalmente nueva. Es decir, no es una reconstrucción sino un borrón y cuenta nueva para levantar un renovado teleférico. Tal iniciativa debe recibir de parte de los merideños el mejor de los respaldos.
Sin embargo, no podemos dejar de lado los anuncios frustrados, con respecto a la terminación de la obra. Cuando el gobierno pide contraloría social, nada mejor que un calendario en mano para verificar los avances y los retrasos.
Y en ese sentido, cuando asistimos a la inauguración de la primera estación, procuramos conversar con todo el personal para sondear la expectativa con respecto a la inauguración de al menos la segunda y tercera estación. Nuestra sorpresa era que en el discurso general de los empleados, todos indicaban que en diciembre de 2015 la obra estaría totalmente terminada. Por lástima tanto ellos como los merideños y turistas tendrán que seguir esperando.
En la reciente visita a Mérida de la ministra del Poder Popular para el Turismo, Marleny Contreras, ésta inspeccionó los trabajos que se desarrollan en todas las estaciones de Mukumbarí.
La ministra no dio fechas para la terminación de la obra, tal vez porque en los muchos anuncios previos siempre hubo una fecha que nunca se cumplía. Textualmente la ministra dijo:
“Hemos venido en varias oportunidades, en las que pudimos observar las pruebas electromecánicas, las cuales están prácticamente concluidas; pero en la medida que vayan avanzando las obras civiles iremos inspeccionando con mayor frecuencia, porque es la mejor manera de aclarar dudas y de tomar decisiones para la culminación de esta obra”.
En efecto,  no hay claridad en cuanto a la terminación de las obras. Suponíamos que en esta visita, la Ministra anunciaría que las estaciones 2 y 3 (La Montaña y La Aguada),  estarían terminadas para el mes de diciembre, de tal forma de que los turistas pudieran experimentar por fin, la magia de subirse al nuevo teleférico y no sólo contemplar a los trabajadores subiendo y bajando cada día. Pero nada se dijo de estas estaciones 2 y 3… ¿Será que el 2015 tampoco será el año de subirse al Mukumbarí?
Y el 2016…. ¿Se terminará totalmente la obra o seguirá esa dilación muy, pero muy sospechosa, que le arrebata a Mérida la posibilidad de disfrutar de una obra hecha con dineros públicos?

Muchas preguntas cuyas respuestas tal vez sean respondidas en las alturas.

Una sola voz, monótona

César Miguel Rondón al frente del espacio del circuito Éxitos, entre las 6 y las 9 de la mañana, de lunes a viernes. Su estilo punzante y ciertamente cuestionador del actual gobierno, lo han hecho blanco de criticas  del oficialismo.

Desde que tengo uso de razón, los funcionarios y autoridades del actual gobierno siempre suelen invocar la existencia de una plena libertad de expresión a la hora de caracterizar la forma cómo se ejerce el periodismo en Venezuela. 

Entre otras frases siempre afirman que respetan la crítica, la pluralidad, las observaciones, los otros puntos de vista. Lo dicen, lo pregonan pero les cuesta asumir esa postura democrática. Es un querer y no poder.

El último asalto surgió contra el programa de César Miguel Rondón, del Circuito Éxitos. Se le acusa de congraciarse con un entrevistado colombiano, por no hacerle las preguntas que el gobierno supone debía hacerle.


Indistintamente de la aceptación o no del estilo del señor Rondón, lo que surgió luego fue una nueva evidencia del talante poco democrático de los que  ostentan el poder. Se refirieron a Rondón como méxico-venezolano, en una burda y muy poca institucional forma de exigirle el acato a los procedimientos que existen en mente del gobierno (que no del Estado institucional). 

Es decir, la voz del gobierno, cuando pide apego a sus procedimientos (los cuales no son otros que la de una voz monótona que celebre a ojos cerrados los actos de los funcionarios) recurre a formas bajas y tristemente repetitivas en el actuar. 

No queremos una sola voz. En lo plural está el sentido de la democracia. 

domingo, 13 de septiembre de 2015

Mérida: ¿Es posible la Indigencia cero?

Por las calles de la ciudad abundan las personas que no tienen techo y se encuentran al margen de la dinámica social. 


El director de Política Integral de la Gobernación del estado Mérida, Luis Omar Ditta, informó este fin de semana que finales de septiembre “comenzarán a realizar la planificación y las articulaciones con las instituciones” para emprender una fase de operativos para lograr el propósito de “indigencia cero”.
Según el funcionario, hay varios puntos críticos en la ciudad en los cuáles suelen reunirse y hasta convivir las personas denominadas “en situación de calle”, un concepto bastante amplio que recoge a personas que si bien viven en la calle, son expresión de una compleja gama de problemas de salud, psicológicos-mentales y sociales. Es decir en este grupo de calle hay desde  alcohólicos, adictos a otras drogas, enfermos mentales, hasta ancianos abandonados a su suerte. A veces hay casos que reúnen en una sola persona toda esta dura realidad social.
El anuncio gubernamental deben ser no sólo celebrado sino alentado por los merideños ya que pese a que las autoridades afirmen que esta realidad de gente en situación de calle siempre se ha atendido, lo cierto es que sólo basta con recorrer la ciudad para percatarse de que ha habido un aumento dramático de personas que deambulan a la buena de Dios, por calles, avenidas, plazas, inmediaciones de centros de salud y, en general, por cualquier espacio público en los que estos seres - duramente apartados de la sociedad - intentan sobrevivir.
Según la nota de prensa que diligentemente nos fuese enviada desde la Dirección de Política Integral, entre las zonas donde existe mayor incidencia en cuanto a presencia de personas en situación de calle  destacan las plazas Bolívar, El Llano, Milla, El Espejo,  así como también los alrededores del Hospital Universitario de Los Andes (HULA) y el Viaducto Miranda.
Convenimos con las autoridades regionales en que estos lugares mencionados son, en efecto, muy frecuentados por las personas en situación de calle, pero la lista, permítanme advertirles, se queda muy corta si hablamos de alta presencia de alcohólicos, indigentes, drogadictos, enfermos mentales, ancianos abandonados, personas entre las que también suelen colarse  delincuentes que operan en medio de este drama humano.
Un solo ejemplo, el cual puede ser constatado hoy mismo, si lo desean, es la situación de la avenida Cardenal Quintero, uno de los enlaces viales más importantes de la ciudad y que permite el ingreso al centro desde Los Próceres, pasando por una de las zonas de la ciudad con mayor densidad poblacional.
Allí en la avenida Cardenal Quintero pueden contarse no menos de 10 personas, entre hombres y eventualmente mujeres, que viven de pedir limosnas y que pasan la mayor parte del día bajo los efectos del alcohol y otras drogas.
Es un problema complejo y de difícil atención ya que cada caso, cada persona, amerita una atención individual y no sólo eso, un seguimiento a largo plazo. Si bien es  un gesto de humanidad atender a estas personas con operativos de aseo,  peluquería, atención odontológica, ropa y algún servicio de salud puntual, las causas que los llevan a deambular por las calles y a terminar sus noches bajo el precario abrigo de unos cartones o periódicos viejos, esas causas son muy profundas e implican seguimientos que aparten el concepto de operativo y se conviertan en servicios integrales y sostenibles de reinserción social, cuando tal posibilidad sea viable desde el punto de vista de atención de salud, psicológica e incluso laboral.
En suma: el problema de la indigencia es un producto no sólo de circunstancias desafortunadas en el orden personal, sino un problema derivado, por un lado, de procesos económicos ineficientes que llevan a muchos a ubicarse al margen de la dinámica social; así como de otros factores de orden psicosocial surgidos de la complejidad del actual modelo de vida que llevamos.

Para Mérida, no es una situación que se pueda particularizar en cuatro o cinco lugares, sino que es una realidad que se puede ver en cada calle, cada esquina. Por lo tanto, las iniciativas deberían partir de esos puntos críticos, como no, pero sin dejar de reconocer que la indigencia es un lamentable signo distintivo de nuestra realidad urbana.

Para ampliar este tema, recomendamos la lectura de un artículo científico elaborado por la investigadora de la ULA Yariani Barreat, en el cual se aborda de forma científica el alcance y magnitud del problema aquí mencionado. Pueden accede a esa investigación desde el enlace: INDIGENCIA.

Participemos en el presupuesto de la ciudad



En la encuesta, que se llena por Internet, usted decide en qué áreas prioritarias se deben emplear los dineros públicos municipales en el 2016.


El amigo Carlos Pérez, quien se desempeña como Jefe del Departamento de Participación Ciudadana de la Alcaldía del Municipio Libertador, nos invitó a tomar parte de la encuesta en línea, diseñada por la Alcaldía con el apoyo de Transparencia Venezuela, como un instrumento sencillo, claro y muy útil para canalizar la percepción que tenemos sobre nuestro municipio, sus problemas y sobre todo, aquellos aspectos en los que quisiéramos que más se ocuparan las autoridades locales, en este caso concreto el alcalde del municipio Libertador, Carlos García.

Pues bien,  me convertí en el ciudadano número 7 que utiliza estos servicios en línea (on line) para concretar mis opiniones sobre las áreas en las que debe hacer más énfasis el municipio el próximo 2016. 

Es decir, en la encuesta usted decide sobre qué áreas se deben canalizar los recursos. La encuesta dura 1 mes y en ese tiempo se tendrá una guía que proyecta la percepción ciudadana sobre lo que debe ser el presupuesto del venidero año, acá en la ciudad de Mérida.

Le invitamos a anotarse y a tomar parte en esta iniciativa. Vaya a la dirección:


y llenen los datos. No son más de 5 minutos para el registro y el llenado de la encuesta.

¡Es bueno sentir que uno es parte de la voz colectiva de la ciudadanía!

domingo, 6 de septiembre de 2015

Una extraña inauguración


Las imágenes mostradas se centran en ángulos que dan la impresión de obra acabada. La verdad es que el tercer tramo de la Línea 1 le faltan meses de trabajo.

Somos amigos del Trolebús porque lo consideramos un servicio enormemente útil para los ciudadanos merideños. Del Trolebús puede decirse cualquier cosa pero nadie puede negar el enorme impacto urbano que ha tenido para la ciudad (con sus muchos pros y sus innegables contras) y el gran servicio que diariamente le presta a decenas de miles de personas, gente que viaja a sus puestos de trabajo o estudio, con puntualidad, seguridad, comodidad y con gran economía.
Cuando decimos que el Trole ha tenido un enorme impacto urbano, lo decimos por sus aportes al ornato, vialidad, semaforización, modernización, mejoras en intersecciones, alumbrado, por sólo nombrar algunos aspectos. Sin la presencia del Trole, la reconstrucción total de la avenida Don Tulio Febres, por ejemplo, no hubiese sido posible en las actuales circunstancias económicas de la ciudad y el país.
Es más: Mérida es tal vez una de las ciudades venezolanas con mayor dinámica en cuanto a obras y esa cualidad positiva como urbe la ha logrado en buena medida, por la presencia del Trolebús y sus avances.
Reitero todo esto, porque son incontables las columnas escritas en las que hemos abordado estos aspectos, y para que no venga alguien a intentar señalarnos como enemigos del Trole o, como suelen hacer los más osados, por una extensión políticamente ridícula, “enemigos de la revolución” o cosas parecidas.
La puesta en servicio del llamado “tramo 3 de la línea 1” del Trolebús, entre la estación Mercado Periférico y la Calle 26, ha sido agradecida por muchos usuarios, no sólo porque el servicio llega al emblemático centro de la ciudad, sino porque permite conectar la Línea 1 con la 3 (el Trolcable). Pero también esa forzada inauguración ha sido duramente cuestionada por muchos sectores, quienes no entienden como una obra a la que evidentemente le faltan la terminación de estaciones, vialidad (sentido canal de bajada para el transporte), iluminación, cercados, entre otras obras prioritarias, se puso en servicio.
No deja de ser sospechosa una inauguración de este tipo en tiempos electorales. Una empresa como Tromerca debe evitar caer en la tentación de arriesgar la reputación de un sistema que ha funcionado con cierta eficiencia, sólo para complacer a algún alto funcionario político que quiere quedar bien ante sus jefes más inmediatos, el Presidente incluido.
Ahora bien, hay maneras de solventar los efectos de una errada decisión de inauguración forzosa. Una de ellas, tal vez la más importante, es la de terminar lo que falta.
Y en ese sentido, al menos lo indicamos con cierto alivio, hemos visto que, aunque inaugurado este tramo a la fuerza, las obras no se han detenido.
Quisiéramos imaginar que antes de diciembre la obra, plenamente terminada, pueda ser, esta vez sí con la seriedad que un servicio de este tipo amerita, reinaugurada como Dios manda, en este caso sin que queden vagando de un lado a otro, obreros, camiones, maquinaria y otras evidencias de que las cosas aún están sin terminar.

Todo esto lo decimos con el mejor de los ánimos. A quienes inauguraron este tramo del Trole a sabiendas de sus muchas obras sin terminar, les preguntamos si aceptarían ir a un restaurante y que les sirvieran el pollo totalmente crudo, la ensalada sin cocinar o el arroz duro porque aún no había hervido lo suficiente. Bueno, más o menos eso fue lo que hicieron con este tramo del Trole. Claro, el bus va y viene pero un sistema de esta magnitud no es sólo un bus lleno de gente. Quien así piense, está condenando al Trole a imitar al transporte convencional, sólo que rodando por una vía que nos costó millones de dólares.

Un aspecto de los inconclusos trabajos en el canal de bajada de la avenida Don Tulio. / Foto: Eddson /www.skyscrapercity.com/

El silencio sigue en la pista

Un aspecto de la solitaria pista del Aeropuerto de la Ciudad de Mérida

Mientras leemos, con cierta sorpresa debo admitirlo, que varias aerolíneas internacionales se han instalado en los últimos meses en Maiquetía para cubrir algunos destinos internacionales con frecuencias diarias, lamento que en el plano local aún sea dolorosamente prolongada la ausencia de vuelos en el aeropuerto Alberto Carnevali.

No hablo de vuelos internacionales. Para nada. Me refiero a rutas que conectan la capital merideña con Caracas, Barquisimeto, Maracaibo o Porlamar, por nombrar cuatro destinos de los que siempre la gente se queja.

¿Qué teclas habrá que tocar para que la ciudad de Mérida sea nuevamente admitida como un destino 

Dejamos un video del año 2013, que muestra a un avión de Conviasa,  recibido en Mérida entre aplausos por las autoridades regionales, en un intento de reactivación que al final quedó en nada.