martes, 19 de enero de 2016

¿2016? diez cintas que hay que cortar



La crisis económica y los análisis que nos presentan los especialistas en área, nos hacen ver el 2016 como un gran signo de interrogación.  En lo personal, familiar y social,  nos asaltan los temores de un quiebre del aparato económico, expresado, entre otras situaciones,  en una voraz hiperinflación que dejará  hechas polvo nuestras ya menguadas finanzas.  
Esa es una lectura y parece ser la más probable. Por supuesto que a  la par, también surgen algunas voces esperanzadoras que pregonan que en cada crisis, por muy grave que sea, hay oportunidades y que la expresión “tocar fondo” no es aplicable a un país. Las posibilidades de cambio político o bien terminarán de llevar a un caos al país, merced de la batalla política que ya se escenifica entre los poderes, o bien ese mismo cambio será la clave para una recuperación.
En lo que a la ciudad de Mérida se refiere, nos preguntamos por el efecto que, en cuanto a terminación de obras prioritarias,  pudiera tener la crisis económica que ha llevado incluso a plantear una emergencia económica como hija de una guerra, sí,  también económica. Al menos así lo ve el gobierno para quien la culpa reposa siempre, entre otras latitudes, en otros sectores, en otros…
Mencionamos aquí 10 obras que este 2016 deberían ser inauguradas. En algunos casos el corte de cinta inaugural ya se ha dado, de forma irresponsable hay que decirlo,  o como mínimo de forma poco seria para con los ciudadanos, ya que se inauguran o parcialidades de una obra mayor (que sería la que debe ser inaugurada) o bien porque tales inauguraciones se hacen sobre obras en plena ejecución, es decir, con los obreros alrededor batiendo el cemento y cortando cabillas, como ha ocurrido de forma descarada  ante los ojos de los ciudadanos.
Van, pues, 10 de las obras que deberían inaugurarse este año. Son más pero esta es una lista prioritaria:


1.- EL TELEFÉRICO: Luego de anuncios de inauguración que se nos vienen haciendo desde el 2012, parece que ahora es tiempo de honrar ante Mérida y el país, una obra que debe ser terminada sin más dilaciones.

2.- EL ENTORNO DE LAS HEROÍNAS: Los turistas deben soportar situaciones tan deprimentes como entrar al sector Barinitas en medio de huecos, polvo y basura. ¿Qué esperan para terminar?





3.- EL BOULEVAR DE LA 24: Que ya  ha avanzado hasta la avenida 5. Esta obra es de gran peso para el turismo y la rehabilitación urbana. Hay que terminarla y si se hace a la par del Teleférico, mejor para la promoción de nuestra principal atracción turística.

4.-  El DISTRIBUIDOR DE LA VUELTA: Se anunció y hasta nombre se le dio: Juan Félix Sánchez. Pero no se menciona ya en el discurso del gobierno. Se afirma que podría ahorra más de media hora de tiempo a los que vienen desde la Trasandina.






5.- EL GIMNASIO VERTICAL: Su construcción iba a un buen ritmo pero alguien, un mal día, parece que se dio cuenta de la eficiencia y soltaron el pie del acelerador. Quedó a punto. Pero todavía nada.  El estacionamiento de la Plaza de Toros ahora es un caos.

6.- LA MEJORAS EN LA PLAZA DE TOROS: ¿Alguien se acuerda del proyecto del techado y arreglo al entorno de la Plaza Román Eduardo Sandia? Ya casi nadie habla de eso. La idea era convertir ese espacio en un verdadero complejo ferias, que no sólo de toros vive el hombre.






7.-  EL ENLACE PEDRO MEZA: En la vía hacia la parte alta de Los Curos, desde el pie de Los Maitines. Ese enlace debió terminarse hace dos años. Incluso se dijo que el dinero para terminarlo estaba aprobado. ¿Qué pasaría?

8.- LA AVENIDA DON TULIO Y LA CALLE 26: Las obras del Trolebús fueron inauguradas sin estar terminadas. Las paradas aún faltan, parte de los cercados, aceras y varias obras necesarias para el funcionamiento óptimo de esta importante obra.






9.- EL TROLE HASTA LAS AMÉRICAS: El Trolebús debe, ahora que está en el centro, tomar por el Viaducto y subir por Las Américas hacia la Plaza de Toros. ¿Se hará? ¿No se hará?

10.-  LA SALA PRINCIPAL DEL MUCUMBARILA: Una gran deuda con Mérida es el olvido hacia el Mucumbarila. ¡Ya hasta nos hemos acostumbrado a usarlo sin estar listo? La sala es necesaria. Mérida la necesita, su cultura y su turismo.


ANÁLISIS / La Asamblea Nacional: un espacio ciudadano para recuperar la política y la democracia



* Presentamos este trabajo colaborativo del destacado abogado José Gregorio Delgado, quien desde una perspectiva del beneficio ciudadano, análisis el escenario parlamentario venezolano luego del 6D. Se apoya en algunas consideraciones del Padre Arturo Sosa Sj, quien ya había reconocido, tras el evento electoral y sus implicaciones, el escenario tan particular que para los venezolanos y el país representa esta nueva Asamblea. 


José Gregorio Delgado Herrera
Ciudadano y abogado

Mientras el tiempo pasa, día a día nos damos cuenta de la importancia del 6D de 2016, un evento electoral, comparable al 6D de 1998, con una diferencia sustancial, mientras la reciente elección corresponde a la integración del órgano del Poder Legislativo Nacional, representado por la Asamblea Nacional; la antigua elección corresponde a la alternabilidad en el ejercicio del órgano del Poder Ejecutivo Nacional, representado por la Presidencia de la República.
Ambos procesos electorales tienen un mensaje implícito a partir de la voluntad popular expresada mediante el ejercicio del derecho al voto, se impone la necesidad de recuperar la política y la democracia en favor del pueblo, que evoca la existencia de los ciudadanos organizados, ejercitando sus derechos políticos.
Entre tantos comentarios suscitados a raíz de los resultados del 6D de 2015, evento electoral que resultó sorpresivo en sus resultados, tanto para el Gobierno como para la Oposición, al considerar la mayoría calificada para los candidatos de la MUD, y la minoría representada por los candidatos del PSUV, se destaca uno que hace referencia al fin de la Democracia representativa.
Sin embargo, no compartimos este criterio, pues la representación política por excelencia, a raíz del ejercicio de la soberanía popular mediante el sufragio, se da en la integración de los órganos del Estado, que corresponden a dos de los poderes: El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.
Los ciudadanos y sus organizaciones con fines políticos, ejercitan su mayor esfuerzo electoral a los efectos de la integración de la Asamblea Nacional y la designación del Presidente de la República. En los procesos electorales, el pueblo expresa su interés en la política y la democracia, de allí que este 73% de participación que se manifestó el pasado 6D es un mandato para el cambio, orientado por una recuperación de la institucionalidad y el pleno respeto y cumplimiento de la Constitución de 1999, un texto fundamental para el desarrollo armónico de la democracia participativa con elementos representativos, siguiendo las pautas constitucionales vigentes.

El Estado de Ciudadanos se ha manifestado en acontecimientos electorales, 20 en 17 años, con resultados significativos para el establecimiento de las mayorías y las minorías que coexisten en democracia, para el Gobierno se han expresado, en números significativos, 18 triunfos electorales, mientras que la Oposición obtiene 2 triunfos electorales de carácter nacional: el 2D de 2007, Referendo Constitucional con el NO  a la Constitución socialista y el 6D de 2015, Elecciones Parlamentarias con el logro de 112 Diputados de los 167 en disputa para la Asamblea Nacional.
En parte el presente artículo se inspira en unas reflexiones compartidas por mi amigo el P. Arturo Sosa Sj de visita en Venezuela en diciembre de 2015, comentando los cambios que imponen los resultados electorales ya señalados, con una prioridad: recuperar la política. Sosa lo expresa de la forma siguiente:

En este contexto, la prioridad es recuperar la política como el modo de resolver los agudos conflictos, la polarización ideológica y las heridas sociales existentes. Recuperar la política forma parte del mensaje enviado por los electores. Se trata de profundizar la política para fortalecer la ciudadanía y construir la legitimidad del sistema político. Legitimidad republicana, como mínimo, y democrática para una buena parte de la ciudadanía venezolana, incluyendo integrantes de las Fuerzas Armadas.

Recuperar la política significa la re-institucionalización de lo público, es decir, que el Estado se organice y rija de acuerdo a la Constitución y las Leyes vigentes. De este modo existiría la autonomía de los poderes públicos el equilibrio entre ellos para garantizar los intereses públicos por encima de los privados de un grupo político o económico determinado.
Sin el fortalecimiento de la ciudadanía y de la organización popular no es posible la recuperación de la política. La crisis de legitimidad del Sistema de Partidos Políticos y Conciliación de Élites y la imposibilidad del bolivarianismo para reconstruirla tienen como causa fundamental la fragilidad de la ciudadanía en la población venezolana. La cultura rentista profundizada por el chavismo en el poder complica esa tarea. Sólo un pueblo de ciudadanos puede hacer política y vivir en democracia. La palabra “pueblo” evoca la idea de ciudadanos organizados



         Nuestra Venezuela se enfrenta a la mayor crisis multidimensional en su historia republicana, y uno de los escenarios para el debate ciudadano y político se encuentra en la sede de la Asamblea Nacional, dado que allí se expresan los dos modelos propuestos para el logro del desarrollo de nuestro país, situación que se percibe como una salida importante de la crisis actual.
        La integridad del pueblo de Venezuela se ha visto fraccionada, en un irrespeto al texto constitucional aprobado y ratificado mediante referendo, es una integridad sembrada en las vidas de tantos hijos del Estado Vargas, el 15D de 1999 y en las voces del silencio y del clamor de tantos hijos e hijas de la Patria, que se manifestaron el 6D de 2007 y 2015. Se nos ha inoculado una polarización para establecer una odiosa diferencia, por el discurso político, que destaca la existencia de un “pueblo revolucionario” y un “pueblo democrático”, rompiendo la solemnidad y la institucionalidad presidencial y parlamentaria, olvidando una declaración del pueblo de Venezuela: “Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”. El pueblo soberano ha hablado, respetemos esa sabiduría popular. La voz del pueblo ocupa un lugar privilegiado en la política y en la democracia, de allí el pensamiento tan repetido en épocas electorales: “La voz del Pueblo, es la voz de Dios”.
        Volvamos a las palabras de Arturo Sosa, aplicando la técnica de la resonancia de las palabras que iluminan el discernimiento, podemos sacar la esencia del mensaje que se nos regala:

·         La prioridad es recuperar la política como el modo de resolver los agudos conflictos, la polarización ideológica y las heridas sociales existentes.
·         Recuperar la política forma parte del mensaje enviado por los electores. Se trata de profundizar la política para fortalecer la ciudadanía y construir la legitimidad del sistema político.
·         Legitimidad republicana, como mínimo, y democrática para una buena parte de la ciudadanía venezolana.
·         Recuperar la política significa:
1.- La re-institucionalización de lo público, es decir, que el Estado se organice y rija de acuerdo a la Constitución y las Leyes vigentes.

2.- Existiría la autonomía de los poderes públicos el equilibrio entre ellos.

3.- Garantizar los intereses públicos por encima de los privados de un grupo político o económico determinado.
4.- Sin el fortalecimiento de la ciudadanía y de la organización popular no es posible la recuperación de la política.
5.- La cultura rentista profundizada por el chavismo en el poder complica esa tarea. Sólo un pueblo de ciudadanos puede hacer política y vivir en democracia.
LA ASAMBLEA NACIONAL UN ESPACIO CIUDADANO, es una vieja aspiración que planteamos en una oportunidad, cuando coincidimos con Arturo Sosa en la Universidad del Táchira en el marco de un Foro, donde nos correspondió tratar la existencia de los medios de participación en la función legislativa.
En el contexto actual, retomamos esta idea para explicar que la representación popular integral que se expresa en la AN se debe fortalecer en la medida en que se re - institucionalizan los mecanismos de participación en el ejercicio de las atribuciones que le corresponden al Parlamento Nacional.
Para recuperar la integridad y la legitimidad del pueblo de ciudadanos, requisito esencial de la democracia, el pueblo de Venezuela debe estar informado y organizado, para el ejercicio de los medios de participación legislativos, esencialmente políticos y propios de una democracia integral.
Lo que proponemos es un esfuerzo colectivo para recuperar el espíritu y el contenido de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, CRBV, en el rescate y la práctica de los medios de participación, enunciados en el Capítulo I del Título V, artículos 186 al 224 de la CRBV. Y desarrollados política y democráticamente, sin parcialidades ideológicas en el texto de los Reglamentos respectivos, para dar pleno cumplimiento a los principios, criterios y medios participativos establecidos en la Constitución.
Desde el ámbito de los Estados, respaldamos la conformación de las oficinas parlamentarias regionales y la necesidad mantener las relaciones entre los parlamentarios y sus electores, así como, la necesidad de divulgar las actividades desarrolladas por los diputados y diputadas en el ejercicio de sus funciones de conformidad con la Constitución y tomar decisiones en beneficio del pueblo.
En este esfuerzo el pueblo venezolano en su conjunto, y los ciudadanos electores de cada entidad federal, deberán establecer las formas, medios y procedimientos de acompañamiento y relación con sus diputados y diputadas, verdaderos representantes políticos en el Parlamento, y así lo deberá entender y establecer la Asamblea Nacional cuando se disponga a:

“Organizar y promover la participación ciudadana en los asuntos de su competencia”. (Numeral 4° del artículo 187 CRBV)