El pasado jueves pasé, a las
7:45 de la mañana, frente al Mercado Principal de Mérida; es decir subía por la
avenida Las Américas.
Hora relativamente complicada para
el tránsito, ese día, sin embargo, tenía un ingrediente adicional que hizo
parar en seco a todo aquel que se conducía despreocupado en las cercanías del
emblemático icono turístico merideño.
Una hilera de camiones y
camionetas habían ocupado los canales de bajada de la avenida Las Américas,
dejando apenas un hilo por el que tenía que pasar todo el tránsito. Ya esta
situación ha sido denunciada en más de una ocasión por los ciudadanos que
sienten que las actividades del Mercado de Mayorista desbordaron con creces la
capacidad operativa de las instalaciones del Mercado Principal.
Lo insólito era que ya los
canales de bajada no son sólo los que sufren la presencia de unidades de carga,
sino también los canales de subida empiezan a enfrentar la misma limitación.
En pocas palabras: desde las
seis de la mañana y hasta las nueve, frente al Mercado Principal lo que domina
es el caos. Guacales con tomates y papas van de un lado a otro en plena
avenida. La vía se convierte, de hecho, en parte del territorio de las carretillas
llenas de lechugas y plátanos.
Esta ensalada de caos puede
ser resuelta si se logra la construcción
del Mercado de Mayoristas. En pocas palabras: el caos no lo genera el Mercado
Principal con sus actividades regulares sino el Mercado de Mayoristas que usa
las instalaciones del principal para concretar las transacciones necesarias
para la dinámica de abastos, mercados y tiendas pequeñas regadas por toda la zona
metropolitana de Mérida.
Allí está la solución, la cual –
por cierto - se conoce desde hace al menos 15 años. En ese tiempo las
autoridades municipales y regionales han sido incompetentes en dar en el clavo
de la solución.
No hay que ser un futurólogo
para predecir que a la vuelta de pocos años el impacto de las actividades del
Mercado de Mayoristas, en la avenida Las Américas, provocará un conflicto serio
entre transportistas públicos (buseteros), usuarios particulares y los
mayoristas y minoristas que negocian su mercadería.
Es tiempo de aplicar la solución
al problema. Los ciudadanos necesitamos que las autoridades muestren el
proyecto de ubicación definitiva del Mercado de Mayoristas. Esto liberaría a la
avenida Las Américas de la presión que ahora existe y traería otros importantes
beneficios como lo son los de dignificar a los mayoristas los cuales tendrían
un lugar adecuado y seguro para concretar sus importantes actividades (baños,
área de estacionamiento, área de descanso, cafetines, taller, entre otros). Además,
el Mercado Principal poco a poco le devolveríamos el aliento y la sensación de que
realmente estamos en el mercado más ordenado y limpio del país, título ahora
puesto en duda por los que llegan en la mañana al recinto y lo encuentran con
el inconfundible olor a orine y decenas de tomates aplastados en la acera.
Aprovechamos este post para incluir un video que nos aporta datos de lo que fue el antiguo Mercado Principal de Mérida y que estuvo ubicado en lo que hoy es el Centro Cultural Tulio Febres Cordero. El 30 de mayo de 1987 el mercado quedó destruido por un incendio. Algunas versiones indican que fue quemado por manos criminales. Lo cierto es que su desaparición propició la instalación del Mercado Principal, tal como lo conocemos ahora. El video fue subido a Youtube en 2008 por la Oficina de Prensa de la Universidad de Los Andes (prensaula). El material, una pequeña joya de la historia contemporánea de Mérida estuvo bajo la Dirección de Fanny D´ Jesús.
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