Llegó
uno de los momentos en la vida del sistema de transporte masivo Trolebús, que
requerirá mayor planificación y eficiencia por parte de las autoridades
públicas y funcionarios de la empresa Tromerca, así como de aquellas instituciones
que tienen injerencia en la vida de la ciudad: la llegada de las obras al casco
central de Mérida.
Por
supuesto que estos trabajos debieron haberse efectuado hace varios años atrás
pero, dados los retrasos ya conocidos en las obras públicas venezolanas, es
ahora cuando Mérida debe asumir el reto de tener una importante obra de
infraestructura rozando la cotidianidad asfixiante del centro de la ciudad.
La
buena noticia es que, al menos desde lo publicado en los medios, las
instituciones responsables parecen reconocer la importancia del diálogo entre
los distintos entes de gobierno, más allá de los roces políticos, muy de moda
en el quehacer de la vida en el país.
Precisamente
una nota de prensa de la misma empresa Tromerca habla de estos esfuerzos de
ponerse de acuerdo para evitar un colapso en la movilidad, en momentos cuando
se intenta conectar el sistema Trolebús con el Trolcable, interviniendo toda la
avenida Don Tulio Febres Cordero. Esa
nota decía así: “Un nuevo plan de movilidad es revisado y analizado por
expertos y especialistas en vialidad y transporte urbano de Trolebús Mérida,
(Tromerca), Gobernación de Mérida, Alcaldía Libertador, Tránsito Terrestre y
policías regional y municipal, con el propósito de facilitar el desplazamiento
de merideños, ante la intervención de otros espacios de la avenida Tulio Febres
Cordero para consolidar la obra del tercer tramo del Trolebús. Simón Pablo
Figueroa, presidente de Tromerca, informó que dicho plan, en una de sus
propuestas, plantea que conductores puedan utilizar las avenidas 3 y 4, desde
la calle 35 en sentido norte, como corredores viales que faciliten la movilidad
urbana”.
Por
su parte el gobernador Alexis Ramírez ya estableció fechas para la entrega de
estos trabajos, un tiempo que ojalá sea cumplido para evitar que el malestar
inherente a una obra de este tipo, de gran impacto sobre la movilidad, genere
controversias. El gobernador dijo que: “con
esta activación de obras en un primer sector de la avenida Don Tulio Febres
Cordero, donde se intervendrán 2,2 kilómetros de vialidad para construir las
paradas y el canal exclusivo del Trolebús, que conectará el Mercado Periférico
y el casco central de la capital emeritense estimamos que las mismas estén
lista para enero de 2015”.
Volviendo
con las declaraciones de Simón Figueroa, presidente de la estatal Trolebús de
Mérida (Tromerca), “el nuevo tramo de
2,2 kilómetros extenderá la cobertura del sistema hasta en casco central de la
capital merideña, tarea para la que se tiene previsto intervenir 1.500 metros
de vialidad en el corto plazo”.
“Este
será el sistema de transporte masivo superficial más moderno del país y va a
beneficiar a 60 mil personas diariamente”, resaltó Figueroa.
Si
analizamos estas declaraciones, tanto de la máxima autoridad de Tromerca, como
la del Gobernador, tenemos que concluir que esta tramo del Trolebús debería
entregarse ante de las próxima temporada de Carnavales 2015, es decir seis
meses de aquí hasta allá. Medio año para cumplir con este reto parece un tiempo
suficiente. Apostamos porque los entes de gobierno comprendan que estar cara a
cara con el centro de Mérida implica un reto de eficiencia que, estamos
seguros, sabrán estimar y sobre todo: cumplir.
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