Este
fin de semana visité, con la familia, la Estación Barinitas del nuevo Sistema
Teleférico de Mérida: Mukumbarí. Fue una grata experiencia.
Para
empezar, debemos comentar que a esta primera Estación del Teleférico debemos
entenderla y concebirla como parte de lo que pudiéramos llamar, para efectos
espaciales, como el Complejo Las Heroínas, que incluye no sólo la primera
estación, sino también a la Plaza de Las Heroínas, el área de artesanía, al
Bulevar Amador y lo que será el nuevo corredor turístico de la calle 24.
Nos
imaginamos todas estas áreas como un todo que debería guardar armonía,
limpieza, mantenimiento, seguridad, iluminación. Por una razón fundamental: es
el portal hacia la principal atracción turística de toda la zona occidental de
Venezuela y, cuidado, tal vez de todo el país. Todo esto siempre y cuando las
autoridades no se dejen apabullar por los retrasos (reales e inducidos) y
mantengan la convicción de que para Mérida es fundamental retomar la actividad
de su teleférico.
Creemos,
eso sí, que es momento para seguir sumando elementos que añadan mayor valor
agregado a la experiencia de acercarse al sector de Las Heroínas, antes incluso
de entrar a la Estación Barinitas.
Podemos
anotar sólo 2 sugerencias: contribuir con el rescate de la fachada y entorno
del Seminario San Buenaventura de Mérida (unos de los edificios más importantes
de la ciudad por su área de construcción, su aportes arquitectónicos y su
historia) y, como segundo elemento de contexto, recuperar el paso vial entre
Las Heroínas y la estación del Trolcable, convirtiendo la vía frente al
Seminario en un conector vial que integre elementos peatonales de gran significado.
Si estas ideas ya están en mente de la gente del Mukumbarí, pues ojalá las
lleven a efecto.
Conversé
con varios visitantes de la Estación Barinitas y puedo decir que la opinión
generalizada de todos es que las instalaciones son muy hermosas, desde el punto
de vista espacial y de una escala que se coloca a la altura del sistema al que
da introducción.
El
personal fue muy amable, cordial, bien presentado y educado.
Realmente
reconforta que Mérida tenga la posibilidad de contar con espacios como
Barinitas.
Incluso
algunos turistas extranjeros igualmente reconocían el valor de lo que tenían en
frente.
Pero,
como decíamos en una nota anterior (siempre en el mejor tono crítico), esta
Estación debe representar un reto y un estímulo para las autoridades
nacionales, regionales y las que tienen la administración del Teleférico
Mukumbarí: el reto de terminar la obra no sólo en tiempo prudencial sino con la
calidad de los espacios y los acabados que muestra Barinitas.
Ciertamente
no es una tarea imposible pero sí una forma de ratificar que, en medio de
tantas situaciones negativas, existen espacios para creer que es posible hacer
las cosas bien.