Muchas unidades de tipo ambulancia, están dañadas o paradas por algún repuesto. La situación del parque de vehículos de respuesta es grave.
Por buenas fuentes sabemos que en la ciudad
de Mérida, la suma de todas las ambulancias disponibles no llega a 3 unidades.
Eso no sólo es lamentable sino una situación de inseguridad mayúscula, dada la
naturaleza de Mérida como urbe susceptible a situaciones de riesgo de distinto
tipo, siendo el sísmico, el hidrometeorológico y los antrópicos, los más destacables.
Es decir, entre todos los cuerpos de
seguridad que hacen vida en la ciudad (sean estos bomberos, protección civil,
Inpradem, Cruz Roja, entre otros) las unidades totalmente aptas para su uso, es
patéticamente bajo.
Se supone que alguien debe dar cuenta de
esta situación. Pero el silencio parece ocultar la terrible realidad. Aquí no
nos queda otra más que invocar al poder divino y decir: Dios nos agarre confesados.
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