En una interesante nota periodística elaborada la semana pasada por el colega periodista Jordin Morales - del portal de Noticias ¡Extra! – se informaba que durante el pasado
mes de abril en el estado Mérida hubo 39 decesos atribuibles a distintas causas, entre las que sobresalen los
accidentes viales, los homicidios,
suicidios y otros hechos violentos.
Debo decir que en
principio me sobresaltó esa cantidad ya que llegué a pensar que esas 39 fatalidades correspondían sólo a homicidios.
Sin embargo, la precisión de la nota
dejó en claro que en Mérida son más peligrosas las calles no tanto por la
inseguridad que generan los antisociales sino por los conductores (de motos y
carros) que se desplazan por nuestras calles y avenidas. En concreto, de
los 39 decesos, 18, es decir casi la mitad, fueron por accidentes viales.
Lo esperanzador - si cabe el término - de la nota es que las
cifras reflejadas apuntan a la baja, al menos para el caso merideño. En enero
del 2012, por ejemplo, 20 merideños
fueron víctimas de homicidio.
Además en 2013 ocurrieron
en Mérida 60 muertes, “lo que se traduce en una disminución del 53,8 por ciento
de personas fallecidas en la entidad con relación al mismo mes del año 2014”, según destacó en su nota el periodista Morales.
Por supuesto, aunque la situación en Mérida aún no alcancen cotas críticas, estos datos locales deben verse en el contexto nacional en el que el año pasado (2013) murieron casi 25 mil venezolanos, una cifra escandalosa e impresionante, aún en países en guerra. Datos sobre esa realidad nacional pueden verse en esta nota de Infobae.
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