Los
alrededores del estadio de beisbol Libertador están convertidos en un basurero.
El
pasado sábado estacioné por allí el carro para ir a hacer unas compras de
verduras en el Soto Rosa y apenas bajar del vehículo tuve que abrirme paso en
medio de la basura, acumulada allí durante semanas.
Hay
barro y tierra acumulados en las aceras, al igual que monte.
Sorprende
esta situación ya que la misma puede solucionarse con unas pocas horas de
trabajo de un par de obreros de la alcaldía o de la propia Gobernación.
Y
sorprende más cuando la basura está acumulada al lado de un espacio deportivo que
suelen frecuentar niños y jóvenes. Y sorprende más y más porque allí mismo está
el Mercado Soto Rosa, donde se expenden alimentos.
Es
decir: no hay excusa para no activar con urgencia planes específicos de
limpieza en torno al Soto Rosa y al estadio Libertador. ¡Es para ya!
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