Vista de la avenida Don Tulio, una de las más oscuras de la ciudad
Sorprende
la oscuridad que reina en las principales calles y avenidas de la ciudad. Sé
que este es un tema difícil para Corpoelec, en el sentido de que se ha hecho
pública la dificultad de la empresa eléctrica de contar con suficientes postes,
luminarias y cableado para reparar los daños o reponer los frecuentes robos.
Pero algo
se debe hacer. La ciudad a oscuras es un atentado contra el turismo y un factor
incitante de la criminalidad, ya de por sí desbordada.
Necesitamos,
como ciudadanos, que la alcaldía, la Gobernación, Corpoelec y el gobierno
central, se unan en una cruzada por devolver a Mérida la iluminación perdida
antes de que nos caiga la noche eterna.
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