Se corre el grave riesgo de que con todos estos
anuncios de ajustes en vista de la abrupta caída de los precios del petróleo,
varias obras importantes que se ejecutan en Mérida puedan sufrir aún mayores
retrasos.
Hablamos de los trabajos del Teleférico, del Trolebús,
de las soluciones viales (como el elevado en la vuelta de Lola y el
distribuidor Iberia en El Vigía) y otras acciones como la del bulevar de la
calle 24.
Y es que si con dinero disponible esos trabajos se han
prolongado hasta el fastidio ¿Cómo suponer que ahora, en este ambiente de
promesas de austeridad, sí se ejecuten a tiempo?
Los ciudadanos deberemos estar muy atentos al avance
de estas obras no con el ánimo de ser obstáculos en su ejecución sino vigilantes,
contralores, de una ejecución que garantice la finalización de las obras para
el bien del colectivo.
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