domingo, 7 de diciembre de 2014

Tiempos de paz





Uno de los mayores deseos del ser humano es la paz. La expresión “la paz contigo” es, de hecho, una de las más sentidas que puede pronunciarse en favor del otro.

No obstante la paz es esquiva. Eventualmente se asoma como un niño asustado y de seguida desaparece. Y no lo digo sólo por las circunstancias que vivimos (o sufrimos en Venezuela) sino por lo que acontece en casi todo el planeta. Guerras, muertes, terrorismo, destrucción, contaminación, drogas, armas, golpes, violencia, maltrato, abusos.

Y, sin embargo, nos llega diciembre que intenta ser un bálsamo para sanar heridas.


Es probable que estos tiempos de construcción de paz no cambien en nada nuestras vidas y circunstancias. Pero su presencia puede obrar algo que no es nada despreciable: el anhelo de la paz. No la tenemos pero diciembre permite soñarla, quererla. Y, en consecuencia, tal vez nos animemos a buscarla.

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