sábado, 16 de junio de 2012

Nevadas e inconsciencia





La señora Carmen Rivas, una amiga que habita en la comunidad paramera de La Asomada, me contó su preocupación ante lo que ocurre cuando tenemos la fortuna de tener una intensa nevada en nuestras altas montañas.
Ya todos sabemos que cuando nieva, en la ciudad de Mérida y zonas vecinas se produce un verdadero alboroto. Aquel que tenga el tiempo y la capacidad de movilizarse hasta el Collado del Cóndor (o Pico el Águila) sale disparado a intentar vencer las colas y las trancas en la angosta carretera Trasandina.
Este espectáculo natural lo celebramos todos. Pero hay una faceta negativa de la presencia masiva de personas en esos parajes que son, de paso, parques nacionales (o bien  el Sierra Nevada o bien el Sierra de La Culata): muchos tiran basura, pasan sus vehículos por encima de la vegetación y destruyen avisos. Claro, no son todos, pero si muchos.
La señora Rivas cree que las nevadas son para disfrutarlas pero pensando siempre en que el entorno se mantenga. Y tiene toda la razón.

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