domingo, 27 de septiembre de 2015

Una sola voz, monótona

César Miguel Rondón al frente del espacio del circuito Éxitos, entre las 6 y las 9 de la mañana, de lunes a viernes. Su estilo punzante y ciertamente cuestionador del actual gobierno, lo han hecho blanco de criticas  del oficialismo.

Desde que tengo uso de razón, los funcionarios y autoridades del actual gobierno siempre suelen invocar la existencia de una plena libertad de expresión a la hora de caracterizar la forma cómo se ejerce el periodismo en Venezuela. 

Entre otras frases siempre afirman que respetan la crítica, la pluralidad, las observaciones, los otros puntos de vista. Lo dicen, lo pregonan pero les cuesta asumir esa postura democrática. Es un querer y no poder.

El último asalto surgió contra el programa de César Miguel Rondón, del Circuito Éxitos. Se le acusa de congraciarse con un entrevistado colombiano, por no hacerle las preguntas que el gobierno supone debía hacerle.


Indistintamente de la aceptación o no del estilo del señor Rondón, lo que surgió luego fue una nueva evidencia del talante poco democrático de los que  ostentan el poder. Se refirieron a Rondón como méxico-venezolano, en una burda y muy poca institucional forma de exigirle el acato a los procedimientos que existen en mente del gobierno (que no del Estado institucional). 

Es decir, la voz del gobierno, cuando pide apego a sus procedimientos (los cuales no son otros que la de una voz monótona que celebre a ojos cerrados los actos de los funcionarios) recurre a formas bajas y tristemente repetitivas en el actuar. 

No queremos una sola voz. En lo plural está el sentido de la democracia. 

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