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martes, 19 de enero de 2016

ANÁLISIS / La Asamblea Nacional: un espacio ciudadano para recuperar la política y la democracia



* Presentamos este trabajo colaborativo del destacado abogado José Gregorio Delgado, quien desde una perspectiva del beneficio ciudadano, análisis el escenario parlamentario venezolano luego del 6D. Se apoya en algunas consideraciones del Padre Arturo Sosa Sj, quien ya había reconocido, tras el evento electoral y sus implicaciones, el escenario tan particular que para los venezolanos y el país representa esta nueva Asamblea. 


José Gregorio Delgado Herrera
Ciudadano y abogado

Mientras el tiempo pasa, día a día nos damos cuenta de la importancia del 6D de 2016, un evento electoral, comparable al 6D de 1998, con una diferencia sustancial, mientras la reciente elección corresponde a la integración del órgano del Poder Legislativo Nacional, representado por la Asamblea Nacional; la antigua elección corresponde a la alternabilidad en el ejercicio del órgano del Poder Ejecutivo Nacional, representado por la Presidencia de la República.
Ambos procesos electorales tienen un mensaje implícito a partir de la voluntad popular expresada mediante el ejercicio del derecho al voto, se impone la necesidad de recuperar la política y la democracia en favor del pueblo, que evoca la existencia de los ciudadanos organizados, ejercitando sus derechos políticos.
Entre tantos comentarios suscitados a raíz de los resultados del 6D de 2015, evento electoral que resultó sorpresivo en sus resultados, tanto para el Gobierno como para la Oposición, al considerar la mayoría calificada para los candidatos de la MUD, y la minoría representada por los candidatos del PSUV, se destaca uno que hace referencia al fin de la Democracia representativa.
Sin embargo, no compartimos este criterio, pues la representación política por excelencia, a raíz del ejercicio de la soberanía popular mediante el sufragio, se da en la integración de los órganos del Estado, que corresponden a dos de los poderes: El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.
Los ciudadanos y sus organizaciones con fines políticos, ejercitan su mayor esfuerzo electoral a los efectos de la integración de la Asamblea Nacional y la designación del Presidente de la República. En los procesos electorales, el pueblo expresa su interés en la política y la democracia, de allí que este 73% de participación que se manifestó el pasado 6D es un mandato para el cambio, orientado por una recuperación de la institucionalidad y el pleno respeto y cumplimiento de la Constitución de 1999, un texto fundamental para el desarrollo armónico de la democracia participativa con elementos representativos, siguiendo las pautas constitucionales vigentes.

El Estado de Ciudadanos se ha manifestado en acontecimientos electorales, 20 en 17 años, con resultados significativos para el establecimiento de las mayorías y las minorías que coexisten en democracia, para el Gobierno se han expresado, en números significativos, 18 triunfos electorales, mientras que la Oposición obtiene 2 triunfos electorales de carácter nacional: el 2D de 2007, Referendo Constitucional con el NO  a la Constitución socialista y el 6D de 2015, Elecciones Parlamentarias con el logro de 112 Diputados de los 167 en disputa para la Asamblea Nacional.
En parte el presente artículo se inspira en unas reflexiones compartidas por mi amigo el P. Arturo Sosa Sj de visita en Venezuela en diciembre de 2015, comentando los cambios que imponen los resultados electorales ya señalados, con una prioridad: recuperar la política. Sosa lo expresa de la forma siguiente:

En este contexto, la prioridad es recuperar la política como el modo de resolver los agudos conflictos, la polarización ideológica y las heridas sociales existentes. Recuperar la política forma parte del mensaje enviado por los electores. Se trata de profundizar la política para fortalecer la ciudadanía y construir la legitimidad del sistema político. Legitimidad republicana, como mínimo, y democrática para una buena parte de la ciudadanía venezolana, incluyendo integrantes de las Fuerzas Armadas.

Recuperar la política significa la re-institucionalización de lo público, es decir, que el Estado se organice y rija de acuerdo a la Constitución y las Leyes vigentes. De este modo existiría la autonomía de los poderes públicos el equilibrio entre ellos para garantizar los intereses públicos por encima de los privados de un grupo político o económico determinado.
Sin el fortalecimiento de la ciudadanía y de la organización popular no es posible la recuperación de la política. La crisis de legitimidad del Sistema de Partidos Políticos y Conciliación de Élites y la imposibilidad del bolivarianismo para reconstruirla tienen como causa fundamental la fragilidad de la ciudadanía en la población venezolana. La cultura rentista profundizada por el chavismo en el poder complica esa tarea. Sólo un pueblo de ciudadanos puede hacer política y vivir en democracia. La palabra “pueblo” evoca la idea de ciudadanos organizados



         Nuestra Venezuela se enfrenta a la mayor crisis multidimensional en su historia republicana, y uno de los escenarios para el debate ciudadano y político se encuentra en la sede de la Asamblea Nacional, dado que allí se expresan los dos modelos propuestos para el logro del desarrollo de nuestro país, situación que se percibe como una salida importante de la crisis actual.
        La integridad del pueblo de Venezuela se ha visto fraccionada, en un irrespeto al texto constitucional aprobado y ratificado mediante referendo, es una integridad sembrada en las vidas de tantos hijos del Estado Vargas, el 15D de 1999 y en las voces del silencio y del clamor de tantos hijos e hijas de la Patria, que se manifestaron el 6D de 2007 y 2015. Se nos ha inoculado una polarización para establecer una odiosa diferencia, por el discurso político, que destaca la existencia de un “pueblo revolucionario” y un “pueblo democrático”, rompiendo la solemnidad y la institucionalidad presidencial y parlamentaria, olvidando una declaración del pueblo de Venezuela: “Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”. El pueblo soberano ha hablado, respetemos esa sabiduría popular. La voz del pueblo ocupa un lugar privilegiado en la política y en la democracia, de allí el pensamiento tan repetido en épocas electorales: “La voz del Pueblo, es la voz de Dios”.
        Volvamos a las palabras de Arturo Sosa, aplicando la técnica de la resonancia de las palabras que iluminan el discernimiento, podemos sacar la esencia del mensaje que se nos regala:

·         La prioridad es recuperar la política como el modo de resolver los agudos conflictos, la polarización ideológica y las heridas sociales existentes.
·         Recuperar la política forma parte del mensaje enviado por los electores. Se trata de profundizar la política para fortalecer la ciudadanía y construir la legitimidad del sistema político.
·         Legitimidad republicana, como mínimo, y democrática para una buena parte de la ciudadanía venezolana.
·         Recuperar la política significa:
1.- La re-institucionalización de lo público, es decir, que el Estado se organice y rija de acuerdo a la Constitución y las Leyes vigentes.

2.- Existiría la autonomía de los poderes públicos el equilibrio entre ellos.

3.- Garantizar los intereses públicos por encima de los privados de un grupo político o económico determinado.
4.- Sin el fortalecimiento de la ciudadanía y de la organización popular no es posible la recuperación de la política.
5.- La cultura rentista profundizada por el chavismo en el poder complica esa tarea. Sólo un pueblo de ciudadanos puede hacer política y vivir en democracia.
LA ASAMBLEA NACIONAL UN ESPACIO CIUDADANO, es una vieja aspiración que planteamos en una oportunidad, cuando coincidimos con Arturo Sosa en la Universidad del Táchira en el marco de un Foro, donde nos correspondió tratar la existencia de los medios de participación en la función legislativa.
En el contexto actual, retomamos esta idea para explicar que la representación popular integral que se expresa en la AN se debe fortalecer en la medida en que se re - institucionalizan los mecanismos de participación en el ejercicio de las atribuciones que le corresponden al Parlamento Nacional.
Para recuperar la integridad y la legitimidad del pueblo de ciudadanos, requisito esencial de la democracia, el pueblo de Venezuela debe estar informado y organizado, para el ejercicio de los medios de participación legislativos, esencialmente políticos y propios de una democracia integral.
Lo que proponemos es un esfuerzo colectivo para recuperar el espíritu y el contenido de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, CRBV, en el rescate y la práctica de los medios de participación, enunciados en el Capítulo I del Título V, artículos 186 al 224 de la CRBV. Y desarrollados política y democráticamente, sin parcialidades ideológicas en el texto de los Reglamentos respectivos, para dar pleno cumplimiento a los principios, criterios y medios participativos establecidos en la Constitución.
Desde el ámbito de los Estados, respaldamos la conformación de las oficinas parlamentarias regionales y la necesidad mantener las relaciones entre los parlamentarios y sus electores, así como, la necesidad de divulgar las actividades desarrolladas por los diputados y diputadas en el ejercicio de sus funciones de conformidad con la Constitución y tomar decisiones en beneficio del pueblo.
En este esfuerzo el pueblo venezolano en su conjunto, y los ciudadanos electores de cada entidad federal, deberán establecer las formas, medios y procedimientos de acompañamiento y relación con sus diputados y diputadas, verdaderos representantes políticos en el Parlamento, y así lo deberá entender y establecer la Asamblea Nacional cuando se disponga a:

“Organizar y promover la participación ciudadana en los asuntos de su competencia”. (Numeral 4° del artículo 187 CRBV)

domingo, 4 de octubre de 2015

ARTÍCULO / Los vecinos: defensores del derecho a la ciudad

Me ha parecido importante darle cabida en este espacio de Mi Ciudad, a un escrito que redactó el buen amigo abogado José Gregorio Delgado, quien es Coordinador General de la Escuela de Vecinos de Venezuela y directivo de la organización social Uniandes, además de ser un hombre que durante muchos años ha sido parte activa del desarrollo de una consciencia ciudadana, no sólo en Mérida sino en toda Venezuela.

De José Gregorio Delgado presentamos el artículo “Los vecinos: defensores del derecho a la ciudad”,  texto hecho público el pasado sábado 3 de octubre (Día del Vecino). Por su aporte, le invitamos a leerlo a continuación:



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Hoy 3 de octubre es una fecha para recordar, desde el Movimiento Vecinal se establece la conmemoración del Día del Vecino, en memoria de una lucha vecinal local en Caracas, específicamente en el sureste, en 1981, cuando las comunidades organizadas de Caracas recogieron ese día más de 20.000 firmas contra la Ordenanza AE, del Concejo Municipal de Petare: Ordenanza del Sureste o de la Hoya Baruta-El Hatillo. A la vista de este ejemplo, siempre hemos mantenido que los vecinos son los verdaderos defensores del Derecho a la Ciudad, un derecho de nueva generación, que ya tiene su propia carta de ciudadanía en el ámbito mundial, gracias a una iniciativa de la sociedad civil, organizaciones y movimientos urbanos, articulado en defensa de la calidad de vida, así surge la CARTA MUNDIAL POR EL DERECHO A LA CIUDAD, un documento que debe llevarnos a la reflexión y la acción. 
Esta Carta Mundial es promovida desde el I FORO SOCIAL MUNDIAL (2001) En defensa de la ciudad y su entorno social, desde un enfoque integral de los derechos humanos. Solo como referencia quiero destacar los principios que orientan el Derecho a la Ciudad, de interés fundamental para las luchas vecinales que encuentran su inspiración en el esfuerzo colectivo por la defensa del ambiente, es una orientación que se deriva de esta Carta Mundial, como principios y fundamentos estratégicos del Derecho a la Ciudad:
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1. Ejercicio pleno de la ciudadanía y gestión democrática de la ciudad. 2. Función social de la ciudad y de la propiedad urbana. 3. Igualdad, no discriminación. 4. Protección Especial de Grupos y Personas en situación de vulnerabilidad. 5. Compromiso social del sector privado. 6. Impulso de la economía solidaria y políticas impositivas progresivas.
El Derecho a la Ciudad es definido como el usufructo equitativo de las ciudades dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad y justicia social. Es un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, en especial de los grupos vulnerables y desfavorecidos, que les confiere legitimidad de acción y de organización, basado en sus usos y costumbres, con el objetivo de alcanzar el pleno ejercicio del derecho a la libre autodeterminación y un nivel de vida adecuado. El Derecho a la Ciudad es interdependiente de todos los derechos humanos internacionalmente reconocidos, concebidos integralmente, e incluye, por tanto, todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales que ya están reglamentados en los tratados internacionales de derechos humanos.
El derecho a la ciudad descrito en esta Carta Mundial genera compromisos concretos para actores públicos y privados, de allí que resaltemos el listado de los compromisos propios de los parlamentarios, según el texto citado, para que los vecinos procuren su exigibilidad en el ámbito nacional, estadal o municipal, si pensamos en los posibles compromisos de la campaña electoral.
III- Los Parlamentarios se comprometen a:
1. Promover consultas ciudadanas y realizar actividades de cabildeo con el objeto de enriquecer los contenidos del derecho a la ciudad e impulsar su reconocimiento y adopción por las instancias internacionales y regionales de derechos humanos y por los gobiernos nacionales y locales.
2. Elaborar y aprobar leyes que reconozcan y consagren el derecho humano a la ciudad, en concordancia con lo enunciado en esta carta y con los instrumentos internacionales de derechos humanos.
3. Adecuar el marco legal nacional y local incorporando las obligaciones internacionales asumidas por los Estados en materia de derechos humanos, con especial atención en aquellos contenidos en esta carta.
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En el ámbito nacional, este DÍA DEL VECINO dio lugar a decisiones parlamentarias de interés, que, insistimos en recordar a partir de un ACUERDO HISTÓRICO, seguramente, poco conocido entre los vecinos organizados, diez años después de la lucha caraqueña, se dio un reconocimiento desde el Congreso de la República. En el contexto parlamentario, es significativo el texto del Acuerdo logrado en el Congreso de la República, 3 de octubre de 1991, asociado al aniversario de FACUR, Federación de Comunidades Urbanas, que toma en cuenta el Día del Vecino y las actividades propias de la Comisión Permanente de Atención y Vigilancia de Asuntos Vecinales de la Cámara de Diputados. Hablar de los vecinos organizados, es hablar de los defensores naturales del derecho a la ciudad, personas comprometidas y solidarias con el mejoramiento de la calidad de vida en nuestras comunidades, hoy reiteramos que las asociaciones de vecinos tienen rango de personas jurídicas de carácter constitucional, artículos 182 y 184 de la Constitución venezolana de 1999.
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Haciendo Justicia a la memoria histórica del Movimiento Vecinal Nacional, en este día del vecino, me permito destacar los componentes de este ACUERDO PARLAMENTARIO, elaborado en cuatro considerandos y seis acuerdos. GACETA OFICIAL Nº 34.815 de fecha 8 de octubre de 1991. Hoy ya FACUR no está activa entre nosotros, pero, su espíritu y razón de ser se presenta como un reto pendiente para las organizaciones vecinales, de allí la importancia de la memoria histórica en este DÍA DEL VECINO., reflejado en este Acuerdo Parlamentario. 1. Considerandos
1.1.- El cumplimiento de los 20 años de FACUR, asociación civil creada en 1971.
1.2.- El 3 de octubre la celebración del Día del Vecino.
1.3.- El objetivo fundamental de FACUR, que nace para: Fomentar y apoyar la creación y desarrollo de comunidades integradas y activas. Dar su respaldo a las iniciáticas comunitarias. 1.4.- El Congreso de la República en 1989, creo la Comisión Permanente de Atención y Vigilancia de Asuntos Vecinales de la Cámara de Diputados. En reconocimiento de la necesidad de fortalecer la participación de la sociedad civil en las instancias de toma de decisiones. Hoy espacio de los Vecinos en el Parlamento.
La Comisión Permanente en referencia, desapareció durante la gestión de la AN, pero, la participación ciudadana y de la sociedad civil es un derecho propio en la gestión del Poder Público Municipal y las restantes instancias del Poder Público. 2. Acuerdos
2.1. Felicitar a FACUR por sus 20 años.
2.2. Reconocer públicamente las labores realizadas por las asociaciones de vecinos existentes en el país en pro de la organización de la sociedad civil y del mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades.
2.3. Exhortar a las organizaciones de vecinos a participar más activamente en la formación de las leyes. 2.4. Solicitar a la Comisión Permanente de Atención y Vigilancia de Asuntos Vecinales, que inicie un proceso participativo de estudio de un proyecto de enmienda que permita ampliar las garantías constitucionales en materia de participación ciudadana.
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2.5. Solicitar a la Comisión Permanente de Atención y Vigilancia de Asuntos Vecinales, que inicie un proceso participativo de preparación de la legislación requerida para garantizar la protección de los derechos del vecino. 2.6. Dar publicidad al acuerdo y hacerlo llegar a FACUR.
Los acuerdos citados se cumplieron en parte, sin embargo, es notorio el reconocimiento y la exhortación planteada, de interés para las organizaciones vecinales.
En el contexto de las elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre de 2015, las solicitudes puntuales, con su debida modificación o ampliación, se deben hacer efectivas para todos y todas las personas que se están postulando para integrar la AN.
Como bien lo señalamos es una ponencia que elaboramos en el 2005, a partir de la aprobación de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal en ese año, nuestro llamado en este día del vecino es ASOCIACIÓN DE VECINOS: despierta y reacciona, estamos vivos.
Desde la sociedad civil podemos promover que en cada municipio del país se establezca el DÍA DEL VECINO, en reconocimiento a las luchas y los logros de los vecinos organizados en cada Comunidad Municipal.
Este despertar debe iniciarse en cada vecino y en cada forma organizativa que aprecie sus derechos, en particular el derecho a la ciudad, para fortalecer el carácter participativo de los gobiernos municipales y el mejoramiento en nuestra calidad de vida. La reacción que hoy se espera de nosotros como vecinos, es asumirnos como defensores del derecho a la ciudad. Feliz DÍA DEL VECINO.

Abogado: José Gregorio Delgado

La Parroquia, 3 de octubre 2015