jueves, 1 de mayo de 2008

¿Adiós a las nieves eternas?


La noticia cayó como un balde de agua fría. Bueno, no tan fría ni helada porque precisamente ese es el problema: nuestras cumbres nevadas, esas que han hecho que a la ciudad de Mérida se nombre como "la de las nieves eternas" y que por lo mismo exhibe sus penachos blancos producto de milenarios glaciares, están perdiendo, de forma vertiginosa, sus hielos eternos. Una advertencia científicos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) aparecida en medios impresos y digitales da cuenta de que a los glaciares merideños no le quedarían más de dos décadas de existencia. El calentamiento global y la propia contaminación urbana serían los responsables de este triste final. ¿Habrá alguna manera de frenar el deshielo?

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