NOTA: Este material es parte de mi columna semanal Nada por sentado publicada todos los lunes por el Diario de Los Andes: www.diariodelosandes.com.
El Mercado Principal de Mérida siempre ha sido uno de los espacios referenciales del turismo en la entidad. Con el prolongado cierre del Teleférico, esta importancia como destino obligado en el itinerario urbano de los turistas, se ha visto repotenciada. Ahora bien, me pregunto si esta fortuna de ser el centro de atención y atracción ha sido realmente aprovechada o por el contrario se ha convertido, esta etapa, en una exposición de las esperadas bellezas del mercado pero empañadas por varios problemas harto evidentes para los propios merideños que a diario – y no en temporadas – usan los servicios de este recinto.
Mencionaré tres situaciones que cualquier persona (no digamos autoridad gubernamental) puede constatar sólo acudiendo al mercado, nuestro querido pero cada vez más golpeado mercado.
1.- Basura en los alrededores: Creo que es el problema que más golpea la imagen de espacio limpio, ordenado y bien organizado que ha construido por muchos años el Mercado Principal. Esta imagen, estamos seguros, es una de las justificaciones más socorridas que alegan los turistas para explicar por qué visitan estas instalaciones. Pero en los últimos años una precaria limpieza de la zona exterior del Mercado, sus alrededores, hace que cuando lleguen los turistas lo primero que vean es el lastimoso espectáculo de basura, verduras y frutas aplastadas, reguero por todos lados. Dentro el Mercado Principal es pulcro pero por fuera cada vez más se observa sucio y descuidado. (La foto que acompaña esta nota fue tomada en horas de la tarde del pasado viernes cuando hacía rato habían desembarcado sus productos los mayoristas y el servicio de “limpieza” había pasado).
2.- Malos olores en el estacionamiento: Además del deterioro de la capa asfáltica del estacionamiento del Mercado Principal (¡Por Dios!... cuándo le echarán un nuevo asfalto) los usuarios - turistas o no – deben soportar los fétidos olores a orina que suelen ir “in crescendo” a medida que el sol calienta. Realmente se trata de una situación lamentable, antihigiénica y yo diría que vergonzosa cuando uno se imagina a un turista que viene con su familia y cuando abren las puertas del carro para salir, el saludo de bienvenida es una cachetada de hediondez, cual olvidado baño de bar de carretera.
3.- Colapso vial en el acceso al estacionamiento: Un grupo de borrachines y otros elementos han tomado el acceso al estacionamiento para practicar el por lo visto muy rentable negocio de “bien cuidao”. A este desorden, como preámbulo a las puertas del estacionamiento del Mercado Principal, le siguen problemas de accesibilidad que deben revisarse con la colaboración de la Alcaldía, Policía Vial y los entes que estén interesados en hacer que los turistas pasen una estancia agradable y no un tormento.
Se que la Junta del Mercado Principal hace su esfuerzo y que en el fondo el drama de un Mercado de Mayorista que ya no cabe en la ciudad, está detrás de varios de los problemas planteados.
Insisto: no se trata de señalar a nadie por los males. Pero creo que si son tan evidentes todos podemos buscarle una solución creativa. No permitamos que el mejor Mercado de Venezuela se pierda entre la basura, los malos olores y el caos vial.
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