Sorprenden los precios a los que pueden llegar algunos
productos en el mercado negro, de la Venezuela de hoy, organizado y abastecido
por los llamados bachaqueros. El sábado pregunté por un empaque que contenía 3
jabones de baño de una famosa marca. “320, aproveche que se acaban”, me dijo el
vendedor sin atisbo de recato ante semejante robo.
Muy cerca de allí una señora bachaquera se ufanaba de
haber vendido el día anterior “cuatro bultos de papel higiénico. Cada paquete
de cuatro rollitos los vendo en 400 bolívares. Y vienen más caros”, me contó
orgullosa de regentar un negocio, por lo visto, redondo.
El bachaquero cree que se hace rico. Disfruta de
vender 500% o 700% por sobre el valor regulado. Se frota las manos. En su
visión bachaquera, se le olvida que ese dinero que obtiene de manera fácil lo tendrá que usar en un país en
el que otros están esperando la oportunidad para asestar, también, el cobró exagerado. Lo
que come y usa el bachaquero tiene el sello de la inflación letal. No sé de qué
se ríe el bachaquero.
1 comentario:
MALDITO BACHAQUERO COME MIERDA, OJALÁ TE MUERAS COÑO E MADRE
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